martes, 26 de agosto de 2008

Carta

El miedo se enciende en mi pecho y como un relámpago fugaz , golpea mis entrañas , y se enmaraña donde la serenidad sembraba banderas , donde las certezas circulaban altivas, alegres cotidianas.

El miedo me hace caminar con la cabeza baja , perfilando la mirada al horizonte , esperando encontrarte mas allá de mi imaginacion , esperando rozarte mas allá de mis recuerdos, esperando sentirte mas allá de los suspiros que recorren mi pecho.

Se agarran las lágrimas a mis ojos , y así frenan la decadencia , un paso mas atrás en esta relación , en esta lucha que mantengo con la vida, y el pulso se me acelera hasta golpear los latidos con mi garganta , trago saliva para que no se escape mi alma , entre los labios , y se agrietan deseoso de un pequeño trago de felicidad , de una pequeña calada de tu sonrisa .

Los horizontes lejanos traerán nuevos soles , nuevas playas donde volver a imaginarte , nuevos castillos de arena , y mas flores marchitas , deslizándose por mas ventanas, mas grietas en el alma.