
El laberinto me aguarda
paciente , empapado de misterios.
Limpio el aire, de silencio,
grito, callo y grito,
se desmorona el crepúsculo
a lo lejos se acerca angosto,
el retorcido camino,
lleno de hojas del ocaso,
caen sonoras , agitan
la serena calma , violentas.
El aire invade mis pulmones
como un loco proletario
arranca de mi pecho tus lunas
sembrando gemidos , y abismos
infinitos en mi alma.
Todo las notas de mi garganta
son silencio, son olvido ,
son azucenas dormidas
regadas con el vacio.
No te veo en mis ojos
exijo tus risas , tus viejas miradas
tus alegrías y mis miedos,
tus fiestas y mis soledades,tus despedidas y mis llantos,
tus silencios y mis preguntas.
Exijo tu vida , el arrullo de tus brazos.