A ti mi faro , mi estrella polar.
A menudo , con una frecuencia dolorosa , recaigo en tu recuerdo , en tu mirada risueña,
en aquellos días agudos , que convertiste en sonoros días azules , recaigo en el arrullo de tus brazos , que me parecieron cadenas mientras dejaba atrás los sueños, y deseo encontrarlos en la noche mas estrellada.
Aquellas sabanas siguen vacías, y aquel viento que cargaba contra las velas de este barco moribundo , hoy no existe , y ya solo queda el recuerdo de esa brisa constante que recorría el alma.
Porque el alma me susurra tu nombre ,
porque perdí el corazón una tarde,
porque un reinado de tristeza,
se ancla en mi pecho desde mi huida,
Porque cuando gire la cabeza ,
ya era tarde para encontrarte ,
porque esperar una eternidad
por tus labios es tan solo una fría mañana.
Ese miedo , aquellos miedos , me mataron ayer.
Hoy me mata la esperanza.
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