domingo, 23 de marzo de 2008

Divagaciones Atormentadas VIII




La inmensidad.


El tiempo no se mide en segundos , en minutos ,ni en horas . Así como la distancia no se mide en metros, ni kilómetros.


El tiempo se hace presente cuando ves partir a alguien , cuando antes de salir ya te parece que la espera a la vuelta es demasiado, cuando se te menea el alma por no sentir la eternidad de un segundo cuando te besan. El tiempo asesina marchitan las flores , las onduladas olas marinas, dan paso a las antigeometricas rocas , sin embargo el recuerdo nos mantiene vivos, nos muestra una luz mas allá de las montañas del infinito. El tiempo se nos pierde en medio de unos ojos.


La distancia es un rincón vació , un pequeño hueco que no se ha rellenado , cuando al andar , al alejarse ves tu mano sola y tan solo a unos centímetros, están los dedos que te acaban de dejar, la distancia son unos pasos a tus labios , un que te vaya bonito. Pero no hay mayor distancia que no recorrer el camino de la vida con la persona con la que deseas hacerlo.


La distancia y el tiempo son hermanos gemelos, son dos caín , dos evas , dos manzanas mordidas,

pero son palabras de amor , son una espera , una mirada constante al reloj , son un nerviosismo al abrirse las puertas del tren , son un abrazo , un beso , son volver a cumplir condena bajo la eternidad de tus ojos.

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