
Destararé mis palabras , y mientras
partiré de un solo grito, en mil pedazos
el cielo que se eleva
sobre las montañas del crepúsculo,
donde un día escribí tu nombre.
Desterrare a los cobardes, y mientras
seguiré colgando lunas , y recogiendo
los soles que abandonastes.
Desterrare las mentiras , y mientras
caminare sobre los tejados plateados
del filo de tus navajas , con aire claro
olvidando tus miradas.
Desterrare el dolor , y mientras
arderé en el puro fuego, de una historia
que en ti no arde, que en ti nunca quemo.
Desterrare el silencio, y mientras
susurrare a millones de corazones,
como suena un alma que vuelve a nacer.
Desterrare la traición , y mientras
abriré nuevos caminos , y llenare nuevos
balcones de acacias y rocíos vespertinos.
Desterrare el desprecio, y mientras
llenare abocanadas de escalofríos,
las vacías tinajas de la risas.
Desterrare la tristeza , y mientras
viajare eterno por la linde del infierno,
sembrado limoneros esperanzados,
en cada huerto estrellado.
Desterrare el llanto, y mientras
buscare un puerto , una playa
donde encallar tanta lágrima
que se me derrama.
Desterrare el olvido , y mientras
acompañare a la soledad
por los caminos aéreos, donde
tu comenzaste a escapar.
Desterrare el cielo , y mientras
me asomare a tu ventana, escondido
tras la agonía armónica , del licor
rosado de tus besos , reposare
sobre la mar , esperando mi ola,
el zumbido marino que me parta el pecho,
el preámbulo bucólico, que agote el aire,
que celebre mi entierro.
Desterrare el amor , y mientras
amare.